9 de abril de 2008

24 horas sin dormir

-Niña ¿qué tal el día?- Cansada y algo asustadilla por la prueba de mañana, tengo que pasar la noche en vela y ya me caigo de sueño. Tener que empaquetar mi casa en dos días tampoco me ayuda, y haberlo hecho todo yo sola (menos el coger las cajas de la calle cual vagabundas, gracias Malo ;) me produce cierta desazón. Creo que es el cansancio acumulado, los nervios por haber empezado las prácticas, la incertidumbre de los resultados de la prueba y ver la casa tan vacía, lo que me hace sentir tristona, con ese hormigueo en la nariz conteniendo la lagrimilla. Sustituída o no, hay algo de lo que ya no formo parte, el círculo se va cerrando y el trato de Benedetti se olvidó... esperaba alguna ayuda, alguna señal, alguna compañía, una cerveza desde septiembre frente al bote de pintura, un lugar al que regresar en los días por llegar de "desahucio" temporal; esperaba que todo volviera a ser como antes, esperaba porque las hadas nunca pierden la esperanza, pero aunque ilusión y esperanzas son conceptos preciosos, ser ilusa y esperar lo inesperado es vivir más allá del País de NuncaJamás. Entérate ya niña perdida; ya no esperes más, los sueños sueños son;

El tuyo tendrá que esperar al menos 24 horas, y cuando despiertes que sea con muchas ganas para volver a empezar,

Un besito bostezado