6 de febrero de 2009

Para mi contadora de historias, para mi abuela

Hace ya varios días que busco la luna en el cielo... pero no la veo; que busco las estrellas tras la puesta de sol... pero no las encuentro. Esta noche, como aquella noche, miro al cielo y éste me devuelve sus lágrimas que resbalan sobre mí, que me empapan el alma de ti... Espero que estés bien, que tu alma esté descansando, que no seas tú la que llores, aunque yo lo haga a escondidas detrás de la vela que esta semana me acompañó al dormir. Esta semana estuvimos en la Iglesia donde tú acudías los domingos...perdóname por no escuchar la misa, yo intentaba escucharte a tí entre los bancos y las paredes que de seguro te guardan en el recuerdo, al igual que nosotros. Estás muy dentro abuelita. Mucho más de lo que hubiera imaginado nunca. Lo bueno es que no te vas. Lo malo es que duele. Lo importante: que eso significa que las dos seguimos vivas.

Todavía cuando paso por el banquito que está frente a tu casa asomo el "jocico" a ver si te encuentro sentadita allí, y cuando atravieso Méndez Núñez miro la ventana de tu cuarto, recordando las cabalgatas de carnavales asomada contigo, sujetándome fuerte, para que no me dejara caer... Estás en mis amigos porque muchas veces les hablo de tí; tus historias siguen vivas conmigo, aunque voy olvidando fechas y ya no recuerdo algunos nombres... Tegueste sigue siendo tu legado y con tu permiso celebramos un bonito cumpleaños allí, cumpliste el sueño de Malo, y esa noche yo regalé la luna llena más bonita que recuerdo...

Faltó tu roscón de reyes, tu cola cao en casa el día 6 pero recibimos tu regalo; gracias por mandarnos a Gato, pensamos que sería un bonito regalo que no pudiste dejarnos en tu casa y nos lo mandaste hasta allí, yo quise creerlo así, por eso lo trajimos a mi casa esa noche y al día siguiente lo cuidamos y le buscamos una familia, sentimos no habérnoslo quedado pero no podíamos cuidar de él.

Este año abuelita tienes una bisnieta más!! Se llama Julia y es preciosa. Cuando nació busqué una mantita de apego igual que el peluche que te regalé cuando estuviste en el hospital... cuando sea un poquito mayor se lo contaré a ella. Ese peluche lo tengo conmigo en mi cuarto y te sorprendería saber cuantas veces lo achucho... estará conmigo ahora que me voy a dormir, estarás conmigo ahora que me voy a dormir, como cada noche... No te olvido abuelita así que no llores más. No derrames más lágrimas desde el cielo; mañana me levantaré muy temprano y confío en que el sol atraviese mi ventana al despertar, significará que escuchaste mis letras, mi alma, mi corazón, que te quiere, no te olvida y necesita que lo llenes de calor...

De aquí a las estrellas y vuelta,
Cuento "Para abuela Selina"
Tu nieta,
S.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hacía tiempo que no escribías, has conseguido emocionarme :) gracias por regalarnos tus bonitas palabras. Seguro que tu abuela está bien orgullosa de ti, esté donde esté.

Anónimo dijo...

Gracias campanilla, gracias por escribir y existir, hoy me he emocionado mucho y he llorado contigo, así saco mi espinita también y te acompaño en el legado que te dejó tu abuela y mi querida madre. Un beso muy cariñoso